Quienes,
como nosotros, practicamos la Hipnosis y hemos compartido
y visto de cerca en los toques Batá los "montados",
no hay mejor descripción del mecanismo sugestivo
disociativo de la conciencia que el expresado por
Ortiz; sólo habría que agregar (cosa
que también señaló Ortiz) el
ambiente emocional del Güemilere y el "amarre"
que los Ilú Batá hacen sobre el que
comienza a dar expresiones de disociación o
"monte", incrementando sobre este, haciéndolo
bailar más rápido, subiendo y cambiando
los tañidos y llamando al santo con el Chachá.
Quien haya
visto esta ceremonia no deja de admirarse por el virtuosismo
y la manipulación sicológica que hacen
sobre los danzantes estos tañedores de Aña,
que sin entendimiento en Hipnosis, hipnotizan, en
el concepto psicológico de lograr una forma
particular de desestructuración del campo de
la conciencia. No siendo motivo de este trabajo la
concepción religiosa del mecanismo nos limitamos
a señalarla.
Con respecto
a la Ansiedad, se han descrito diferentes formas de
manejarla para calmar la aprehensión especial
que siente quien la tiene, siendo una de ellas la
de dar salida al pensamiento mágico mediante
rituales, como en las Neurosis Obsesivo Compulsivas
o en formas más simples, pero de igual mecanismo.
En la obra
citada de "Los Negros Brujos", Don Fernando,
al referirse a la concurrencia de la población
a los llamados por él en aquella época
"brujos afrocubanos", insistía en
el mecanismo de necesidad psíquica que satisfacían
aquellos que acudían al santero o al Babalao
para "registrarse" y éste le indicaba
los ebbó tranquilizadores; es decir, aquellas
prácticas que iban a solucionar las causas
de su ansiedad, ritos mágicos que los ponían
en contacto con el pensamiento mágico tranquilizador.
Esta función psicológica y mística
del sacrificio fue expuesta en el trabajo que presentamos
en el Encuentro Cultural Yoruba en 1992 en el Palacio
de las Convenciones, La Habana: "Apuntes sobre
la Cosmovisión Yoruba", al que remitimos
a los interesados.
No obstante,
a nuestro juicio, lo más estudiado en Cuba,
ha sido la modalidad que ofrece la disociación
o estrechamiento del campo de la conciencia y la importancia
que el proceso de transculturación ofrece a
la forma específica cubana de estos cuadros
en África.
Corresponde
a nuestro Maestro, el Profesor José Ángel
Bustamante, fuertemente influenciado por los estudios
de Don Fernando, desarrollar estos estudios en nuestro
medio con sus trabajos sobre el Bouffeé Delirante
en Cuba, los Factores Culturales en histerias con
cuadro clínico esquizofrénico, los Factores
Culturales en histerias con cuadro clínico
esquizofrénico, los Factores Culturales en
los cuadros esquizofrénicos, Reacción
Psicótica Aguda y otras, en las que analizaba
el mecanismo por el cual idénticos factores
culturales presentes en África y transculturizados
en Cuba, influían en la aparición de
estos trastornos que eran más frecuentes en
nuestro país que lo que reportaba la literatura
en países europeos y asiáticos, así
como en Norteamérica.
Al referirse
al Boffeé Delirante, Bustamante lo definía
como una crisis delirante aguda, breve, transitoria,
que no es un estado confusional, ya que el trastorno
de la vigilia es de otra naturaleza y de aparecer
síntomas confusionales son de menor importancia;
se desarrolla abruptamente con delirios polimorfos,
variables, móviles, alucinatorios, cuyas formas
más frecuentes son de persecución y
grandeza y cuyos temas son casi siempre de contenido
místico, señalando que es una Reacción
Psicótica Aguda que ofrece un sujeto incluido
en un medio presionado por la transculturación;
es una disociación que ocurre en cualquier
personalidad bajo la presión de un medio específico
en condiciones determinadas.
En el trabajo
presentado por Bustamante en el Congreso Mundial de
Psiquiatría en Madrid (1966) expresa: "En
nuestra opinión lo que ocurre es que se operan
cambios que producen el estrechamiento del marco de
la conciencia como los que ocurren en la reacción
disociativa, la incorporación del ya frecuente
pensamiento mágico, de su actividad creyente,
lo deja instalado en el centro de sus operaciones
del pensar; sin que pueda, por ello, hacer la discriminación
o crítica que la estrechez del marco de la
conciencia impide, razón por la cual su pensamiento
mágico, fundamentado en las premisas ofrecidas
por la creencia, al expresarse, produce una modalidad
que le parece un pensar psicótico a quien lo
observa".
Permítasenos
llamar la atención entre la descripción
de Bustamente en cuanto al mecanismo que se produce
y el explicado por Ortiz en la disgregación
de la personalidad durante un proceso en un toque
de Batá.