Mayra
Alpízar Linares(Limones,
Matanzas, 1956) con obras como Ochún y Yemayá, crea
tapices en los cuales da una visión personal de estas
deidades del panteón yoruba. Mayra ha utilizado en
su obra la técnica de la aplicación y en ese sentido,
es la primera artista cubana que lo hace con tales
presupuestos estéticos, formales y conceptuales. En
otras obras, la propuesta conceptual se densifica,
se abstrae, pero continúa la apoyatura en signos de
interpretación y decodificación accesible, como sucede
en Plato fuerte (1993).
Manuel
Moinelo Piñeiro (Matanzas, 1941) tiene una larga trayectoria
como pintor y diseñador. Su pintura se caracteriza
por un dibujo de trazo suelto, una policromía abigarrada
y la recreación de personajes mitológicos y reales,
con una poética ingenua.
Perla
María Pinedo (Matanzas,
1950) expresa en muchas de sus obras (pintura, cerámica,
técnica mixta, instalaciones, performances), su interpretación
personal de la confluencia de religiones en Cuba.
En el conjunto de su obra, las colecciones presentadas
en las Exposiciones personales "Mis Raíces" y "Tributo
a los ancestros", mostraron un lirismo especial, al
vincular la representación de Cristo con los orishas,
o su interpretación de importantes actos sacramentales
o populares vinculados a diferentes tradiciones, siempre
vinculando elementos característicos de la ciudad
de Matanzas con la representación de las deidades.
("Mis Raíces" fue una exposición personal
realizada en 1992, con curaduría, diseño y montaje
de rolando Estévez Jordán y Catálogo a cargo de Ercilia
Argüelles Miret, con la participación del Grupo Afrocuba
y del Coro del Centro Kairós en la Galería de Arte
de Matanzas. "Tributo a los ancestros" fue
una exposición colectiva realizada en la Galería de
Arte de Matanzas en diciembre de 1995, con curaduría
de Ercilia Argüelles Miret, un homenaje al Proyecto
de la UNESCO "Por la ruta del esclavo", que incluyó
obras de Elpidio Guerra, Manuel Moinelo, Perla M.
Pinedo, Zenén Calero y Rogelio Mesa).
En
la serie de obras donde la referencia a un Cristo
matancero es el tema, se destacan El nacimiento de
Jesús, donde los arcanos yorubas sustituyen a los
Reyes Magos: y así Eleguá ofrece al Redentor los caminos,
el día y la noche; Yemayá, el mar; Ochún, el sol;
dotando al recién nacido con todos los dones. En El
Cristo de las calabazas, se ilustra una historia en
la que Ochún se deslumbra con la belleza y pureza
del Nazareno y sale del agua dulce del río a ofrecerle
miel de abejas y calabazas. En Cristo y los Orichas,
Jesús evangeliza a los Orichas y escucha y aprende
con ellos, en un proceso de conversión recíproca.
Cristo en la ventana es una obra en la cual, Jesucristo
está en su casita matancera, mirando la bahía desde
la ventana, en una cotidianeidad resuelta con detalles
como los papeles pautados de la canción Longina de
Miguel Matamoros, a sus pies o la imagen del Sagrado
Corazón en la pared. Su obra Yemayá (1997), en su
advocación como Yemayá Olokun, está dedicada a la
bahía de Matanzas, donde tradicionalmente se realizaba
una ceremonia para esta deidad. En Obbatalá (1997),
en su advocación como Obbatalá Allaguná, ha recreado
los ritos: el plato de merengue que está entre los
adimú (7) propios de
este Orisha, así como las banderas blanca y roja,
la rama de paraíso blanco florecida, el collar con
cuentas blancas y rojas y el iroke o iroko blanco.
Juan
Carlos Urría Fagundo, pintor (Jovellanos,
Matanzas, 1977), graduado de la Escuela Provincial
de Artes Plásticas en junio de 2000, basó su Tesis
de Grado en lo afrocubano. El artista escribió: "La
temática que abordo en estos trabajos es el resultado
de un intenso rastreo hecho sobre los cultos sincréticos
cubanos. Mi acercamiento al mundo afrocubano es muy
respetuoso y no desde la óptica del creyente, sino
del observador reverente que se nutre de la mística
y la tradición de este mundo para atrapar la imagen
en el cuadro. El mito y la fe: una relación indisoluble
al igual que destacar los vínculos entre deidad y
creyente, son los objetivos trazados en este trabajo.
Mi propuesta consta de nueve cuadros en los que se
hace común en casi todos ellos el uso de los tambores
batá como elemento (...), como símbolo en mi obra
y no solo por la importancia que adquieren estos dentro
del panteón Yoruba, sino también por la comunicación
entre los orishas y los mortales".
Ramón
Pacheco Salazar (Ranchuelo, Villa Clara, 1954), fotógrafo
autodidacto, con una importante carrera como fotorreportero;
desde 1991 viene realizando varias series que conforman
un ensayo titulado Convivencias. Se trata de una fotografía
directa de personas, temas, ambientes populares, marginales,
donde se ha abordado el tema de la religiosidad popular
también.
Zenén
Calero Medina (Cárdenas, Matanzas, 1955), es uno
de los diseñadores principales de Cuba. Este
artista es un continuo creador de proyectos teatrales
y comunitarios desde su propio Taller "El Retablo"
situado en la ciudad de Matanzas y antes, desde el
ámbito de su diseño para el Teatro Papalote, ha contribuido
con sus escenografías, títeres, retablos y atrezzos
especiales a la puesta en escena de los más hermosos
mitos afrocubanos para niños y jóvenes, bajo la dirección
general de René Fernández. Su diseño para la
obra "Okín, pájaro que no vive
en jaula", es un ejemplo de una conceptualización
ideo-estética de los complejos símbolos
de la leyenda, en función de la puesta en escena.
Rogelio
Mesa Ledo (Matanzas, 1963) es autodidacta. Dibujante,
pintor, grabador y artesano sumamente hábil, es un
luthier: desde instrumentos de pueblos negros del
Brasil como el berimbao, hasta las complejidades de
una guitarra o un laúd han sido emprendidas por este
artista que es el único que ha podido reproducir fielmente
todos los tambores tradicionales (llamados también
tambores de fundamento) de cada una de las religiones
afrocubanas, estudiadas con mucha profundidad y atención.
Actualmente proyecta la construcción del grupo de
bríkamo; para ello, intenta el rescate de un xilófono
del grupo de instrumentos de percusión abakuá ya inexistente
y el resto de los instrumentos de percusión de esta
serie caracterizada porque, por excepción, se permitía
que fueran tocados por mujeres. Rogelio
Mesa, Juan Carlos Urría, junto a una bailarina y cantante
y varios percusionistas folklóricos del Grupo Danza
Espiral, han creado el Proyecto Iré Obbara (8)
de Cultura Comunitaria para ofrecer talleres de percusión,
bailes, cantos, artes plásticas y artesanía.
Las
manifestaciones de las artes afrocubanas, no sólo
comprenden al ámbito de las artes visuales, pues su
influencia en la música, la danza, el teatro, la literatura,
sigue siendo continua. Generaciones de descendientes
de aquellos africanos, somos todos según el decir
popular que "aquí el que no tiene de congo, tiene
de carabalí", aserto que aún escuchan sonrientes quienes
pueden asegurar su ascendencia de isleños, o sea,
de naturales de las Islas Canarias, mientras sus hijos
ensayan los cantos de la resistencia esclava o los
movimientos de hombros con los brazos flexionados
y las manos en las axilas que caracterizan el baile
de Yemayá Olokun en su clase de la Escuela de Arte
y la abuela guarda las cenizas del fogón para hacer
cruces cuando truene y evitar la cólera de Santa Bárbara.
Asumir
la riqueza plástica de ese universo afrocubano, insertarla
en las corrientes postmodernas de fin de siglo, mantener
una relación dialógica entre estas culturas antiguas
y la contemporaneidad, es parte de nuestra identidad,
manifestándose en lo cotidiano.
(6)
Moliner
Castañeda, Israel: Matanzas, Cimarrones y Palenques.
Revista Matanzas Nro. 13 Pp. 81. Matanzas, 1988.
(7)
Adimú: son ofrendas que se le hacen
a las deidades para garantizar que el bien o bienestar
se produzca totalmente en caso de que el iré (predicción)
sea incompleto o kotoyalé, o para acelerar y garantizar
su llegada cuando el iré es completo o yalé. Tomado
de Dilogún de Yrmino Valdés Garriz, Ediciones Unión,
UNEAC, La Habana, 1997. Pp. 113.
(8)
Iré
es todo lo bueno que existe en la religión. Obbara
es entre los orishas, el más pobre, a quien Obbatalá
hizo rico, pues ofreció calabaza para todos y la despreciaron.
Como Obbara era pobre, la aceptó... y la calabaza
estaba llena de oro. Iré Obbara está formado por Alexis
Morales O'Farrill: Percusionista, director del Grupo
de Percusión de Danza Espiral: Osmel Alvarez Espinosa:
Percusionista popular y folclórico del Grupo de Percusión
de Danza Espiral. Acompañante y Profesor de Percusión
de la Escuela Prov. de Arte; Juan Carlos Urría Fagundo:
Pintor. Graduado de la Escuela Profesional de Artes
Plásticas "Roberto Diago" de Matanzas; Yaíma Pelladito
de los Milagros: Bailarina, percusionista y cantante;
Rogelio Herrera Oviedo: Percusionista folklórico y
guitarrista y Rogelio Mesa Ledo.
There
is a 30 mints. documentary about the previous trips of
PROYECTO PALO MONTE (Available by sending your mailing
address and a check or money order for $10.00 to Stage
Of The Arts, Inc. (P.O.Box 26688, Los Angeles, CA 90026)
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